¿Qué son las funciones ejecutivas?
Las funciones ejecutivas son las actividades mentales que se activan en el momento de planificar, organizar, revisar y evaluar nuestra conducta para conseguir una meta o un objetivo, o para resolver una tarea o encontrar una solución.
¿Has oído hablar de las funciones ejecutivas?
En los últimos años, en el ámbito profesional se está investigando la relación entre las dificultades en las funciones ejecutivas y los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), así como en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDH-A). Sin lugar a duda, muchos de las dificultades que observamos en los niños y niñas con TEA, podrían ser justificadas por una alteración en las funciones ejecutivas y sus componentes.
A continuación realizamos un recorrido por los diferentes componentes de las funciones ejecutivas, así como una serie de ejemplos prácticos de nuestra vida diaria para poder darnos cuenta de la importancia de las mismas.
Ejemplo: “Juan ponte el pijama, y saca la ropa sucia a la lavadora”. Al cabo de un rato, nos encontramos a Juan en el mismo lugar en el que estaba, sin haber hecho nada de lo que le habíamos dicho. No ha deducido el paso de ir a la habitación, porque no se lo hemos dicho de forma directa y explícita.
Ejemplo: Pau lleva desde hace dos inviernos la misma chaqueta. En un accidente en el cole, la chaqueta se rompe, y es imposible arreglarla. Sus padres le compran una nueva, pero Pau no quiere ponérsela, y se enfada mucho.
Ejemplo: A Luís se le dan muy bien las matemáticas. Cada día la maestra le manda deberes para casa, pero Luís nunca los presenta. Se olvida el libro en clase, y no lo lleva a casa.
Ejemplo: María está haciendo una torre de cubos de diferentes tamaños que siguen un orden de más grande a más pequeño, se ha dejado uno sin poner. Al acabar la torre, ve la pieza fuera y se enfada.
Ejemplo: Lola va a lavarse los dientes cada mañana al baño de su habitación, una mañana está el baño estropeado y tiene que ir a otro baño. Lola se queda en la puerta de su baño, enfadada, no contempla la opción de ir al baño de sus padres a lavarse los dientes.
¿Identificas a tu hijo/a con alguno de estos ejemplos?
Si es así, te proponemos algunas ideas para poder trabajar las dificultades en las funciones ejecutivas en casa. Ten en cuenta, que estos procesos que hemos descrito anteriormente influyen directamente en el día a día de nuestros niños/as, y por tanto, en su autonomía, su aprendizaje y en su calidad de vida en general.
5 ideas para mejorar las rutinas diarias en casa
1. Planifica pequeños objetivos, que sean claros y secuenciados.
Cualquier tarea u objetivo, por pequeño que sea, puede secuenciarse en pasos. Si queremos conseguir un objetivo concreto, y lo secuenciamos en pequeños pasos, podremos ir evaluando cada uno de ellos, y si hay dificultades, ir directamente al paso que no está siendo conseguido. Por ejemplo, nos proponemos como objetivo que nuestro hijo/a se lave los dientes solo.
Objetivo: Aprender a lavarse los dientes solo.
Secuenciamos: 1. Ir al baño / 2. Coger el cepillo de dientes / 3. Abrir el grifo / 4. Mojar el cepillo / 5. Cerrar el grifo / 6. Poner pasta en el cepillo / 7. Lavar los dientes / 8. Escupir / 9. Enjuagar / 10. ….
Si nuestro hijo/a realiza de forma autónoma hasta el paso siete, no quiere decir que se lave los dientes solo completamente, ¡pero está a punto de conseguirlo!
2. Realiza una guía con autoinstrucciones para cada tarea.
El ejemplo de Luís y sus deberes… ¿Sabes todo lo que implica tener los deberes hechos? Primero tienes que coger la agenda, copiar los deberes, coger el material que necesites, guardarlo en la mochila para llevarlo a casa. En casa, tienes que mirar la agenda, sacar lo que necesites, hacer los deberes, y volver a guardarlo todo para el día siguiente presentarlo en clase. Y los subpasos que omitimos… y el cuadernillo, la carpeta, el estuche… ¡A cualquiera se le puede olvidar algo!
Para lograr que Luís realice esta tarea con éxito, podemos ayudarle dándole una secuencia de autoinstrucciones. En su mesa, puede tener un cartel en el que lea lo siguiente:
En casa, podemos hacer el mismo procedimiento. Elaborar un cartel con autoinstrucciones que colocaremos en el lugar donde hace siempre los deberes.
3. Da órdenes claras, cortas y concretas.
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Muchas veces los padres, maestros/as, familiares… damos órdenes a los niños/as demasiado amplias y con información implícita que no son capaces de extraer. Para evitar esto, utiliza órdenes claras y directas, y asegúrate que sean comprensibles para tu hijo/a. No olvides dar el tiempo de reacción que necesite para poder ejecutar la tarea.
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4. Planifica pequeñas actividades dentro de las rutinas diarias para favorecer la autonomía.
Una buena forma de trabajar las funciones ejecutivas puede ser a través de las rutinas diarias. Piensa en una actividad para cada rutina del día. Algunos ejemplos pueden ser los siguientes
Una vez que hemos pensado estas pequeñas actividades, las desglosamos en pequeños pasos.
Vamos trabajando los objetivos poco a poco hasta que el niño/a los realice de forma autónoma, una vez consolidados, programamos nuevas actividades.
5. Utiliza apoyos visuales.
Recuerda que los apoyos visuales siempre están presentes y las palabras orales se pierden con más facilidad; utilizándolos permitiremos una mejor comprensión e integración de la información, y por tanto, fomentaremos una mayor autonomía de nuestros niños/as.